jueves, 15 de diciembre de 2011

a la shirley temple

a partir del día de la fecha

en lugar de “ponele garra”

voy a decir

“ponele teta”

y cuando se lo esté diciendo a un tipo

le voy a decir

papito, ni se te ocurra la más mínima quejita

según tengo entendido vos tampoco tenés garras

después le voy a decir:

bueno, ya te declaré mis principios

ahora a pelar

pará pará,

hablaba de las papas

tres kilos para la cena de esta noche

unos invitados calamitosos

la reina pispireta

mis futuros biógrafos

unos que insisten en asistir y yo le dije que asistan

como relleno, claro está

vos viste que en un punto

la vida es como una empanada,

si a ultimo momento no te alcanza el menjunje para el relleno

a no desesperar:

echá mano a cualquier porquería que ande dando vueltas por ahí,

la cocina,

en el mejor de los casos,

también van a asistir

un ramillete de putitos para la parte del baile

cosas que es fundamental, viste que ellos son muy dados para ese área

además nos visita

una señora que me dijeron que es bárbara

y como si fuera poco

mandé llamar unos modernos que no saben ni hablar

pero calzan unos looks brutales

y un par de boluditas máximas

que portan gomas de calendario

ahora que los nombro en voz alta

me doy cuenta de que

con tres kilos me quedo cortina

vos mientras andá pelando

soltá las papas

hagámos el sexo un poco

quiero distraerme

muy bien

así

así

así

un poco más

un poco más

cómo te llamás?

cómo entraste a la casa?

cómo?

seguí

de última cuando terminemos la faena

llamo a la policía

va a depender de tu rendimiento

bueno, basta

te voy a contar una historia:

había una vez

una mujer que tenía un problemón,

no importa cuál era el problemón

ni cómo llegó a pasarle lo que le pasó,

la cosa es que le pasó algo espantoso,

un buen día se despierta

y se da cuenta de que todo lo que dice

le sale en canto,

la mujer quiere hablar y canta,

me parece que no estás pudiendo entender la gravedad del asunto

vamos a representarlo para que te des una idea

tu rol es cambiar de rol secundario,

siempre de acuerdo a mis necesidades,

lo vamos viendo sobre la marcha

mi rol es fijo,

la mujer,

que viene a ser casualmente

la protagonista con fuertes oportunidades de oscar,

aplauso de pie

y alguna que otra lamidita de bota

la escena

vos sos el jardinero

y al principio parecías un tipo cumplidor,

incluso eficiente

pero de repente

yo descubro que me descuidaste las margaritas,

hecha un grito de indignación

pretendo aprehenderte con palabras hirientes,

quejas que rozan el patetismo

y al abrir la boca todo esto me sale con canto,

quiero decirte:

“menudo desastre! matarme las margaritas a mí! qué voy a hacer sin mis margaritas? sin mis margaritas no puedo hablar de mis margaritas y esta noche tengo una cena, dame temas de conversación ya mismo o te largo los perros”

ahora vos imaginate que todo esto te lo digo con tono de chamamé,

cosa que,

en principio,

hace que llore más fuerte

vos me decís:

“pero, señora, he cuidado las margaritas con mi vida, lo que ocurre es que no es época de margaritas”

yo ahí pido una silla porque no doy más

y mientras agradezco al extra que me alcanzó el asiento

(con tono de rock barrial) cosa que me hiela la sangre,

te digo:

“mentiras! todo el mundo sabe: la época de las margaritas es la vida entera!”

y me sale con tono de el payaso plimplín o el cumpleaños feliz

que vienen a ser la misma porquería

si fuese una historieta,

a esa altura me estalla la cabeza

y en vez de sangre alrededor,

todo queda regado de margaritas,

vos te vas a cambiar al baño de servicio

y debajo de la ropa de trabajo aparece tu remera

que tiene una inscripción que dice:

“por un mundo sin margaritas”

y te reís como un degenerado,

te das cuenta de los niveles de espanto a los que podrías llegar a arrastrarme?

te das cuenta de que sos un hijo de puta en potencia?

yo también,

puede ser,

pero vos más,

porque mirá lo que puedo imaginar que sos capaz de hacerme

te voy tener que pedir que te retires

no me dejás opción

hasta el momento te comportantes divino

pero me da mucho miedo lo que puede llegar a pasar

pero pero, nada

pelá

las papas, las papas

muy bien

es tardísimo, ya están por llegar los invitados

la parte que más me gusta de una fiesta

es el momento de la espera,

minutos antes de que empiece,

cuando todavía podés sostener

que todo puede pasar,

cosas maravillosas,

obvia

ay, te quiero

me encanta verte pelando

papas, en este caso papas

decime pulpa

dame la p

dame la u

dame la l

dame la p

dame la a

damela

tres veces

más fuerte

terremoteame

la pulpa la pulpa

la punta

con esta cadencia

adentro

afuera

y así

todos contentos

todos pura expectativa

hasta que realmente suceda

y sólo nos quede esperar el final

y darnos cuenta

otra vez

que no somos capaces de nada tan genial

y me consuele

otra vez

con el frote,

el vocabulario amplio,

los rulos a la shirley temple,

cosas por el estilo

cosas

incluso

más

irrelevantes

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